Joya de Cerén

Joya de Ceren es un sitio precolombino de El Salvador situado en las proximidades de San Juan Opico y Las Flores en el departamento de La Libertad en el centro-oeste de El Salvador. Fue habitado por un pueblo agrícola desde el año 400, siendo tributario a San Andrés, y después abandonado en el año 600 por causa de la erupción de la Laguna Caldera. Este lugar permite conocer la vida cotidiana de un pueblo maya agricultor de hace 1400 años (siglo VII), y el único conocido en El Salvador.1

Es uno de los sitios arqueológicos más importantes dentro de Mesoamérica porque demuestra cómo era la vida para la gente normal. Se refiere a menudo como "La Pompeya de América" en comparación al sitio arqueológico de Pompeya, localizado en Italia.

En el año 1993 la Joya de Cerén fue declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco.

El nuevo poblado de Joya de Cerén, situado a menos de un kilómetro de distancia de las estructuras descubiertas, está conformado en su mayoría por campesinos que cultivan sus propias parcelas, utilizando casi las mismas técnicas rudimentarias de los antiguos habitantes del destruido pueblo de Joya de Cerén. En la actualidad dichos habitantes se han convertido en grandes colaboradores de las excavaciones y en la conservación del sitio.

 

Experiencia

El viaje a joya de Cerén nos gusto mucho ya que no fuimos a ver las típicas pirámides, sino que pudimos observar su estilo de vida, y como eran sus viviendas, como estaban distribuidas para un fin específico la bodega, cocina y área de dormir; también vimos el Temascal que era una especie de sauna donde se liberaban de impurezas, el cual su techo había colapsado pero se preservaba aún su esencia. Fuera del área de las ruinas han elaborado una réplica del Temascal en el cual pudimos entrar y comprender mejor de que se trataba. Fuimos también al museo donde se encuentran varios hallazgos de vasijas e instrumentos utilizados por los indígenas; algo que nos llamó bastante la atención fue una mazorca que se había fosilizado y aun se preservaba con sus detalles. Fuera del museo se encontraban ventas de artesanías donde pudimos llevarnos un pequeño recuerdo de nuestra visita a joya de Cerén.

Fotogalería